1995 fue un año decisivo para esta historia.
Melisa llevaba una relación de cinco años junto a Pablo.
A sus 24 años se sentía feliz con su pareja y todos los proyectos propios de la juventud.
Pero a veces la vida va por un camino diferente al que nosotros planificamos, y a tan joven edad recibió la peor noticia que alguien puede recibir: Pablo falleció en un accidente de moto.
La perdida del amor la consumió en una tristeza y se sintió sin rumbo durante aquel año en que el vacío y la falta de su novio eran una constante.
Para su suerte, siempre hay alguien, que tal vez aún no conocemos, que está destinado a acompañarnos en ese camino a la sanación de las heridas, aún las más profundas..